Mi carta
Escribo desde estas líneas a un sucedáneo, el de una buena y austera contemplación, escribo en la turgencia
de una buena señal, bajo la temeridad de mis influencias y en el temperamento
de mi ilusión, te recuerdo que no soy guía, solo un mero soñador, un aprendiz practico, pero que
muchas veces le gusta subirse en la
temeridad y comodidad de una nube, mero
fabricante de mis propias cuerdas, aun no tensas para ser usadas, pero si alineadas
en la dirección correcta para el siguiente paso, condiciono sin dilación mi pulso para describir mi auténtica aventura.
Que el aprendizaje de mis valores esta en esos pasos, en los que se muestra la
experiencia de un autentico paladar, el que en diferentes muestras vacías
consigue diferentes aromas, y se relaja deleitándose con el que más le llena, el que sabe que la sombra es el mejor
acompañante que nos pueda sorprender y que nuestros “errores” son la mejor
moneda con las que nos podemos alimentar porque recibimos mil lecciones en un solo resplandor, en un simple destello.
Una carta que envuelve su misterio en unas líneas nada severas,
bien amplias, pero que transcurren con la sencillez en la cual el paso de los años se mantiene moldeable y encantador, jóvenes
párrafos que se oxigenan de verdaderas
intenciones.
Jamás quise acortar y
mal nutrir mis raíces en el incienso de mis penares, en lo que ya fue un soplo de recuerdo,
solo supe dar elegancia a los buenos recuerdos, elevarlos a la categoría que
realmente se merecían, a no dejar de aprender aunque mis tenues palabras ya no se
sujeten con tanto esmero en el papel, que la clave no está en lo que desees solamente,
sino en el partido que le das al vacío que
te encuentras, como en esta hoja que consideras un abismo al encontrártela tan
blanca y espaciosa, tan temeraria ….
… que consideres tú intención como el mejor pulso y pluma
con al cual escribir,y describir tu verdadera historia y tu corazón como el
mejor tintero con el cual remojar y entintar la mejor de tus intenciones y emociones.
Posdata :
Recuerda que la grandeza jamás puede ser plagiada porque suena sin la
melodía que lo engrandece, tú propia virtud.
Firmado
Un mero aprendiz de formas sin formas